Un poco de autocrítica, por favor
"No me lo esperaba, la verdad. Pero creo que mis colegas, que hacen un muy buen trabajo en esto, merecían que si yo no ganaba, igual estuviera con ellos". Así arrancó el Profe Ricardo Piñeyrúa su discurso al recibir el premio Iris a Mejor Relato-Comentario (para él y para Álvaro González Márquez), dando muestras de una postura poco común entre los "famosos" uruguayos. Sin entrar en nombres, fueron y son varios los nominados a un premio -cualquiera sea- que, al saber que no son ellos los ganadores, deciden no concurrir a la entrega. Y son muchos también los que, además, se enojan. Se enojan por no ganar y no van ese año, y se enojan porque no ganaron el año pasado y tampoco van. Autocrítica cero. Valorar el esfuerzo de otros, cero. Reconocer que hay competencia, otro gran cero. Pensar que hay otros que lo pueden hacer mejor que ellos, jamás. Y mucho menos, apoyar a los colegas que ganan, porque al parecer nadie es mejor que ellos. Y si otro gana, es injusticia. También están los negadores, esos que dicen que no les importa un punto de rating, pero que enseguida desconfían de las medidoras y afirman que "lo único que importa es la opinión de la calle". Ya escribí en otra columna que la calle siempre les va a hablar bien, sobre todo en un país como Uruguay en el que nadie se anima a ser absolutamente sincero. Ser un país chico favorece esa situación. Aun si no los ven o escuchan en sus programas, si los reconocen por la calle lo más probable es que hagan referencia a su trabajo o, lo más común, que se callen y simplemente los miren disimuladamente. Nadie les va a decir: la verdad que no miro tu programa, me parece horrible, no me gusta. Entonces si solo se van a quedar con las cosas buenas que escuchan "en la calle", obviamente que siempre serán los mejores, los merecedores de todos los premios, los únicos. Afortunadamente y aunque el medio uruguayo sea chico, no es así. Por lo que sería bueno que apoyaran a sus colegas, competidores o como quieran llamarlos. Mientras más gente haga cosas, más posibilidades hay de mejorar, crecer y progresar. Los demás pueden equivocarse y hacer mal esos intentos, pero recuerden que si ustedes son los mejores van a querer que ellos estén ahí bajo el escenario aplaudiendo y felicitando su labor. ¿O acaso tampoco aceptan que los demás se enojen?
Comentarios
Publicar un comentario