Acerquen el cine a la gente
Hace unos días salía en el suplemento Qué Pasa del diario El País una nota que hacía referencia a que en Uruguay cada vez se hace más cine, pero cada vez va menos gente a ver esas películas. Sin haber hecho una investigación sobre el tema, me atrevo a decir que la principal causa de este problema es que, si bien los productos son de calidad y cada vez más cuidados, las historias que se eligen para contar o la forma cómo se las cuenta están muy lejos de la gente. Está bien tener un cine para paladares exigentes, aterrizado en la realidad y de historias grises porque esas historias existen, pero también hay que tener en cuenta que el cine es para muchos un pasatiempo, al que recurren para desenchufarse de la realidad diaria, para vivir sueños y hacer viajes imaginarios. Es un escape y como tal, buscan que no se parezca a su vida. Entonces ver que un hombre salta de un décimo piso y no se hace nada, que la chica más humilde puede terminar convertida en princesa o que el dinero puede ayudar a hacer la felicidad, no es ser un espectador tonto, sino un espectador que quiere ir al cine a cambiar de aire. También puede ver un drama con final feliz o esperanzador, y eso no desprestigia su paladar. Yo encuentro que el cine uruguayo hace películas sin final, que siempre es "terminala vos". O sino hace cine sobre la nada, 90 minutos en los que no pasa nada. "25 Watts" y "Whisky" ya se hicieron, me parecen estupendas y muy valiosas, pero ya está. No las repitan más, creen cosas nuevas, anímense a hacer reír, a hacer una película con final, a contar historias olvidables pero entretenidas. No es malo. Fue lo que intentó hacer "La despedida" pero falló porque, como no es lo habitual, evidenció la falta de experiencia en el género. Pero tuvo la valentía de probar y dar el primer paso. Si se siguiera trabajando se lograría llegar al nivel esperado, pero parece que nadie quiere seguir por esa línea, que quita prestigio. Es preferible el premio de un festival que la concurrencia a las salas o la respuesta del público común y corriente. En breve se estrena "La casa muda", un intento de hacer cine de terror, camino poco transitado por el cine nacional. La película llega con elogios de la crítica del exterior y eso no se los quita nadie, esperemos que también logre los elogios del público local. Pero, si no los consigue, que la cosa no quede en un experimento aislado, que insistan. Hacen faltan comedias, hace falta cine de terror, hace falta un buen policial (también está cerca el estreno de "Reus"), géneros más populares que sin duda acercarán a las salas ese público que los cineastas reclaman. No dejen de hacer cine elitista, pero hagan también cine popular. En definitiva todo es cine y alimenta a una industria que debería apuntar siempre al público... a todos los públicos.
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