Peluffo gana por varios cuerpos
Vuelvo sobre "Gran Hermano", un programa que, no me da vergüenza decirlo, me parece apasionante como formato televisivo. Después, que sus responsables sepan o no explotarlo bien, es otra cosa. Y es en esto en lo que me quiero detener esta vez, en la conducción de la versión argentina de este reality show. No me gusta para nada la conducción que hace Jorge Rial, incluso me parece inferior a la de Soledad Silveyra, que con su actitud de madre sobreprotectora conseguía momentos muy bizarros. Rial se para ante la cámara como si estuviera transmitiendo una guerra y no cualquier guerra, una en la que nos va la vida a todos, participantes y televidentes. Para decir una cosa, da millones de vueltas (más allá de lo que le pide el minuto a minuto), cansa, enoja, satura. Encima se pone por encima del televidente, lo amenaza, lo culpa de los errores del programa y se dirige a él como si no fuera el destinatario del programa y la principal razón por la que se hace TV. Si bien no dudo que siga un libreto e indicaciones de la producción, creo que no maneja bien los tiempos ni el impacto de lo que va a decir. Lo peor es que en el programa hay alguien mucho mejor que él, que bien podría sustituirlo y el reality ganaría en dinamismo, interés y humor. Me refiero a Mariano Peluffo, que con tantos "Gran Hermano" encima ha aprendido a conducir este programa como se debe hacer. Peluffo no le resta seriedad a que lo que vemos son personas conviviendo en situación de aislamiento, pero tampoco carga eso de dramatismo, sabe imprimirle la importancia que merece. Lanza comentarios muy ajustados, oportunos, en un perfecto balance entre la seriedad y el humor. Además, se mueve en el estudio con soltura, rompe la barrera entre conductor y participantes del debate o ex participantes del reality. La idea de patear una pelota de fútbol cuando alguien dice algo para salir del paso, es un ejemplo de aportes simpáticos. Cuando se tiene que enojar con los televidentes porque, por ejemplo, abren una cuenta de twitter con su nombre, lo hace, pero con altura, gracia y ubicación, no con el porte de matón que adopta Rial. Y, lo que es importante, no se la cree. Sabe que está en un segundo escalón y respeta esa decisión. Es un conductor completo, con algo que para mí es fundamental en alguien que debe llevar adelante un espacio diario de una hora: divierte al televidente. Y lo hace sin tomarle el pelo nunca, sino plantándose en un plano de igual a igual, de respeto. Nadie es más inteligente que nadie en esa relación. No dudo que funcionaría en las galas de igual forma que lo hace en los debates. Ojalá que la producción le dé en algún momento la oportunidad para demostrarlo. Creo que ese día "Gran Hermano" habrá ganado el conductor que la gente más disfruta.
Mariano Peluffo es un excelente conductor, lo demuestra no sólo en GH sinó también en Talento Argentino. No es el tipo de conductor de la TV Argentina del momento, no es sensacionalista, no es bizarro, mantiene su perfil familiar y pone caritas cuando no puede decir alguna cosa.
ResponderEliminarPoner a Peluffo a conducir GH sería dentro de la televisión de los no-valores y la violencia que hoy tenemos hundirlo directamente o convertirlo en un Jorge Rial cualquiera, sólo que con menos banca y una fecha de caducicad más corta.