Una cosa o la otra

Si Claudia Fernández quiere conducir un programa infantil, creo que está en todo su derecho. Si antes se abría un tapado en televisión y estaba semi-desnuda, si posaba también semi-desnuda en tapas de revistas para hombres o si desfilaba provocativa al lado de distintos modelos de autos en "El garage", todo eso no impide que ahora cultive otra imagen y esté al frente de un infantil. El problema es que muchas de esas cosas no forman parte de su pasado, sino de su presente. No se abrirá más el tapado con Luis Alberto Carballo, pero yo sigo viendo su foto casi desnuda en la tapa de la revista Hombre colgada en los quioscos y sigo viendo cómo "El garage" explota su imagen de "chica de calendario de taller mecánico". Es cierto, como dijo ella en una entrevista, que los que ven eso son los adultos, no los niños. Pero si yo tuviera hijos no me gustaría que vieran un programa cuya conductora, además de estar ahí, hace otras cosas que tienen que ver con los ratones de los adultos. O es una cosa o es la otra. Xuxa fue estrella porno, pero cuando empezó a trabajar con los niños ya no lo era más. Se convirtió en la Reina de los Bajitos y el resto fue parte del pasado. Si Claudia Fernández quiere ser animadora infantil, me parece perfecto y lo celebro. Pero si quiere ser animadora infantil los sábados de mañana y chica sexy a la hora de hacer una sesión de fotos, no me cierra. Los niños no lo entenderán, pero tampoco entienden muchas otras cosas y no por eso los dejamos que se expongan a todo protegidos por esa inocencia. Al contrario, es por esa inocencia que debemos estar más atentos con lo que ven y hacen. En este caso me parece que hay conflicto de intereses y que debe elegir una imagen o la otra; la incompatibilidad es demasiado grande.