De hombres y para hombres

Se nota que la última campaña de una marca de desodorante masculino fue hecha por hombres. La misma apunta a que hay un tipo de desodorante para conquistar a una mujer joven y otro para conquistar a una madura, una forma simpática de decir "vieja". Es decir, el olfato de las féminas cambia con la edad y las mujeres se dividen en jóvenes y maduras. Primeros datos que seguro enojarán a más de una mujer. Otro dato es esa idea de que el hombre para ser hombre debe conquistar a varias mujeres, ahora hasta aquellas que podrían ser la madre o la hermana mayor del conquistador. Sería lógico pensar que cualquiera de estos datos que mencioné no tendrían por qué perjudicar el objetivo de los publicistas y de la marca: el desodorante apunta a los hombres y son ellos los que deben usarlo, así que si el mensaje ofende o no es creíble para el sexo opuesto poco importa. Es cierto, pero se me ocurre, conociendo la realidad de los hogares, ¿qué pasa si la que se ocupa de comprar el desodorante es la mujer del hogar? Es un pensamiento machista, lo sé, pero ese es otro tema y en definitiva lo que interesa es que le decisión de compra estará en manos de la persona que termina teniendo antipatía por el mensaje publicitario. Me parece que no es un aspecto menor cuando la finalidad es vender, pero quizás a los creativos les interese más ser originales o divertidos. Un condimento importante en la publicidad, aunque a veces pueda terminar siendo un boomerang.