El mundo a través de un visor
Fui al recital de Charly García en el Teatro de Verano. Aparece él y de inmediato un montón de celulares se alzan para tomar fotos o grabar, aparece alguna tablet, también cámaras de fotos... Hoy los avances tecnológicos nos permiten todo eso, registrar esos momentos y guardarlos para siempre. Me parece fantástico... y al mismo tiempo paradójico. Queremos estar ahí, para ver ese gran acontecimiento en vivo y en directo, con nuestros propios ojos, y terminamos viéndolo a través de un lente, recortado por una pantalla, distorsionado por la poca nitidez. Y estamos ahí. ¿Para qué guardar algo que no nos permitimos disfrutar viéndolo sin ningún filtro ni distorsión? ¿Para qué decir "yo estuve ahí" si no lo pude apreciar en su máxima expresión? Es como esas personas que viajan con una cámara de foto o video a cuestas y están todo el tiempo filmando, todo el tiempo viendo esos lugares que quieren conocer a través del lente de una cámara, del recorte de la filmadora. Es cierto que después podrán volverlo a ver tantas veces quieran, ¿pero cuándo lo habrán visto tal cual es? Nunca. Lo lógico sería llegar a un equilibrio. Veo, disfruto, lo saboreo "al natural" y luego me tomo el trabajo de registrarlo para la posteridad. Eso creo que debería ser el orden de prioridades, pero es una opinión absolutamente personal. La opinión a la que me aferro cuando me empeño en ir a ver un partido de fútbol llueva o haga mucho frío en lugar de mirarlo por TV. Porque cuando estoy en la cancha, observo, miro lo que quiero, no lo que la TV quiere que vea. No el replay justo cuando hay otra jugada en curso, no la cara del D.T. cuando me interesa ver dónde está la pelota. Entonces, si puedo estar ahí, en vivo y en directo, lo aprovecho. Y creo que de eso se trata estar en el lugar de los hechos, de aprovecharlos. Es cierto que a veces no hay opción, si no lo registro en ese momento lo pierdo. Pero otras veces no es tan así y es a esos casos a los que me refiero. No censuro ni aplaudo ninguna actitud, tan sólo quise reflexionar sobre lo mucho que nos da el progreso, pero también nos quita sin darnos cuenta.
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