El humor cambió, pero sigue ahí

No hay dudas de que el humor ha cambiado. A los medios de comunicación han llegado cómicos y formas de hacer reír propias de este siglo que en otra época no funcionarían, como hoy ya no funcionaría el humor de "Decalegrón" o "Telecataplum", aunque muchos lo elogien y pidan su vuelta. Seguro que no tendría el mismo éxito que en el siglo pasado y no tardarían en aparecer las críticas. Por eso es que hay que destacar lo que, por ejemplo, hoy hace Diego Delgrossi en "Consentidas", jugando con apuntes y chistes cortitos a partir de los juegos y situaciones que plantea el programa. Hay que celebrar lo que hace Gustaf, como Abeijón, en "Santo y seña", haciendo equilibrio entre el humor y los temas periodísticos, incluso tentando al humor de doble sentido, pero la hora y el público lo permiten. Lo que hace Marcel Keoroglian en las mañanas de "Día perfecto" o los aportes de Luis Orpi en "Sinvergüenza", donde además sobresale Maxi De la Cruz. También la transformación que ha experimentado el humor como programa en sí, con "Yo y tres más" mostrándolo en distintas versiones: chistes ("La hora de la pavada"), sketches, comentarios de actualidad. O lo que desarrollan los integrantes de "Reporte descomunal". No olvidar a Manuela Da Silveira y Pablo Fabregat con sus sketches en "Sonríe, te estamos grabando"... Los ejemplos pueden seguir, pero mencionar uno o ennumerar a todos derriba por completo la idea esa que he escuchado repetidas veces de que no hay humor en la televisión uruguaya. Lo hay, pero es propio del siglo XXI, no viene envasado en formatos que no por ser exitosos, valiosos y ampliamente destacables en otras épocas, deben repetirse en la que vivimos. El humor se ha adaptado al tiempo que corre, aprendamos a verlo, disfrutarlo, aplaudirlo y defenderlo. Lo que pasó, pasó; éste es el presente y no es tan oscuro como muchos se empeñan en hacernos creer.

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares