El día que "ShowMatch" fue puro humor
Haciendo zapping esta semana me topé con lo que, según los comentarios que vi posteriormente, ha sido el momento más memorable de "ShowMatch" este año. La pareja de Anita Martínez y el Bicho Gómez decidió bailar cumbia intercambiando roles: ella sería el varón y él la mujer. Claro que tratándose de estos humoristas no fue cualquier varón ni cualquier mujer. Anita se convirtió en Aldemar, un personaje de un viejo porteño pícaro que ya ha hecho en su carrera, y el Bicho fue Titina, una desopilante peluquera rubia y con botas de caña muy alta marca "balde" (haciendo alusión a la marca Valdés, de la nueva pareja de Marcelo Tinelli, Guillermina Valdés). Lo que iba a ser un baile distinto con una previa humorística, se transformó en un sketch de casi una hora en el que participaron casi todos en el estudio: Tinelli dando los pies exactos y administrando los tiempos como solo él sabe, las mujeres del jurado -Nacha Guevara, Moria Casán y Soledad Silveyra- animándose a ser besadas por Aldemar, Federico Hoppe prestándose a los besos y los desmayos histriónicos de Titina... En definitiva, una muestra de humor efectivo, con sus toques subidos de tono en algunos casos porque la hora lo permitía, y con dos actores brillantes, con un dominio de la improvisación y del clima envidiable. Y, como bien lo destacó Soledad Silveyra, generosos uno con el otro, no robándose protagonismo sino alternando sus espacios para destacar cada uno cuando era su momento. Fue tal la repercusión que esa noche no dio tiempo para que el jurado diera su puntaje y hubo que hacerlo al otro día, con más derroche de humor de Anita y el Bicho. Eso es lo que tiene Tinelli, su programa es un cocktail de muchas cosas que el conductor va alternando para captar y conformar a todos los públicos: está el humor con el ejemplo mencionado, están los bailarines de excelencia haciendo sus presentaciones (Eleonora Cassano, Hernán Piquín, Maximiliano Guerra, Mora Godoy), están las figuras para el escándalo (Antoniale, Xipolitakis, Jelinek, Latorre), los personajes blancos (Matías Alé), etc. Hay de todo y para todos los gustos. Yo me quedo con el humor de Anita y el Bicho, pero no niego que los otros espacios están tan bien cubiertos como el que esta semana me conquistó a mí. Porque Tinelli sabe, negarlo es negar la realidad aunque sea solo la televisiva.
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