Zapatero a tus zapatos
La publicidad dentro de los programas de TV no es de hoy. Lo que están instrumentando muchos es hacer que quienes forman parte de esos programas actúen los textos. Un arma de doble filo. Me parece una buena idea que se imagine una situación en la que la recomendación de la marca calce en forma perfecta. El tema es recrearla. Hay comunicadores preparados para hacerlo bien y creíble. Es el caso del Rafa Cotelo en "Sobre ruedas", que con humor y naturalidad intercala esas escenas en las que el objetivo es promocionar un determinado producto. Se lo creo y me gusta. Por ese camino también van Emilia Díaz, María Gomensoro y -algo menos- Sara Perrone en "Consentidas". Y son espacios a los que pueden hacer frente el Rafa Villanueva o Diego González. Tienen dominio de escena aunque no sean actores. El problema surge cuando intentan hacer lo mismo comunicadores con otras características. Me pasó viendo "Punto Penal" el pasado domingo, con Sandra Rodríguez y Sebastián Giovanelli procurando actuar situaciones. No solo no eran creíbles sino que, además, las leían... con lo cual la cosa era peor. Si sabían que iban a actuar la publicidad, hubieran tratado de aprenderse el texto. Y, si no podían, bueno, hacer la más fácil: la publicidad al viejo estilo, leyendo un texto como un locutor convencional y no ficcionando nada. Creo que es más efectivo eso, aunque parezca antiguo, que intentar hacer algo que no les sale. Ojo, no creo que les tenga que salir, no es su función, no es su fuerte y no es su objetivo. Entiendo que haya que cumplir con los avisadores, pero los responsables de los programas no deberían mandar al sacrificio a sus comunicadores para hacerlo de manera "distinta". Me parece que no le hacen un favor ni al comunicador ni a la marca que publicitan.
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