No te creo nada... pero te veo

Hay series que uno empieza mirar y no entiende por qué. Pero igual las sigue. Es el caso de “Younger” (E!, miércoles, 23:30), una comedia que hace agua por todos lados, empezando por su disparador: una mujer de 40 años recién divorciada y con una hija universitaria, al no poder reinsertarse en el mercado laboral por la edad que tiene, logra hacerlo haciéndose pasar por una joven de 26 años. Y la serie avanza porque… ¡todo el mundo compra el engaño! Eso quiere decir que las compañeras veinteañeras que tiene en su nuevo trabajo, una editorial en la cual trabaja como asistente de una de las directoras, nunca se percatan de que Liza no tiene los 26 que confiesa. No lo advierten en su apariencia, en su rostro ni en su lenguaje. Les suenan raras algunas palabras o referencias que hace, pero no más que eso. Con unas minifaldas bien cortas, gorritos de lana y pelo bien largo y suelto, la protagonista logra hacerles creer que es de su misma generación. Tampoco lo nota su jefa, que tiene su edad (la verdadera), alguien que en la vida real sería más difícil de engañar. Las mujeres identifican enseguida a las pares que cuentan sus mismos años, máxime cuando se está en una etapa de la vida en la que el paso del tiempo empieza a contar y molestar. Y no lo nota tampoco el novio de veintitantos que se consigue, un chico que antes de engancharse con ella salía con varias chicas, por lo que de mujeres entiende. Él es el que la llega a ver desnuda y ni eso lo hace desconfiar. Está claro que una mujer puede lucir y tener un muy buen físico a los 40, lo que no es lo mismo que estar como una de 20. A partir de ese gran engaño, se desarrolla toda una comedia en la que las situaciones que se viven son, muchas veces, tan disparatadas como el gran disparador de la historia. ¿Por qué engancha? Quizás por la tontería, quizás por un cierto aire a “Sex and the city” (es de los mismos creadores) aunque no esté a su altura, quizás porque uno solo quiera pasar el rato o jugar a ser la mala que busca el nuevo ejemplo inverosímil para desacreditarla. Uno de ellos es muy nacional: en Uruguay, país chico en el que nos conocemos todos, la mentira de Liza no duraría un día. Sin duda aparecería alguien que la conoce o que conoce a alguien que la conoce… Hay segunda temporada confirmada, así que en Estados Unidos los supuestos 26 de Liza son más convincentes que los “errores” que les podamos seguir encontrando.



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