"El Marginal": Gran serie argentina

Me resistía bastante a ver "El Marginal". Otra historia de presos o de cárceles no me tentaba mucho. Pero cada vez eran más los elogios que me llegaban de la serie ideada por Sebastián Ortega y Adrián Caetano, que un día dije "empiezo, si es más de lo mismo, la dejo". Y realmente fue una gran decisión, porque no es más de lo mismo y decir "la dejo" es casi imposible. Genera tanta adicción como muchas otras series y, más allá de que las historias de presos pueden estar muy bien, ésta no es solo una historia de presos. Es un gran policial que transcurre en la cárcel, pero también fuera de ella, aunque la base es ese encierro en San Onofre, una prisión muy sudamericana. ¿Qué quiere decir eso? Que las instalaciones no están impecables, como en las cárceles que se ven en las series americanas. Que hay lo que llaman "La Villa", que no es otra cosa que los presos de "menor rango" viviendo en el patio en casuchas que ellos mismos arman. Que los presos no están con prolijos uniformes o mamelucos... en fin, que es estéticamente más creíble o, al menos, cercana a nuestra realidad. Pero ese es apenas el envase de una historia con un guión muy inteligente y atrapante, que sigue a un ex policía que se hace pasar por un preso común para averiguar dónde, una banda de presos de ese penal, tiene secuestrada a la hija de un juez. Eso da lugar para toda una trama de intriga, acción, extorsión y traiciones, en la que también hay lugar para el romance. Juan Minujín confirma que es un excelente actor, que puede hacer tanto drama como comedia. Martina Gusmán es más previsible en sus papeles, más repetida, pero los hace bien. Pero lo que hace que "El Marginal" brille es un elenco de secundarios muy bien elegidos. Gerardo Romano está excelente como director de la cárcel, y es un actor que por lo general no me gusta mucho, pero acá es uno de los mejores. Claudio Rissi es otro que brilla a gran altura como Borges, el líder de los presos más viejos o "tradicionales". Y está la gran Cristina Banegas, como madre del protagonista. Pero la gran revelación de la serie es el uruguayo Nicolás Furtado, como "Diosito", el hermano menor de Borges. Furtado viene construyendo una ascendente carrera, con ejemplos como la película "Relocos y repasados" o la comedia de TV "Educando a Nina". Construye a sus personajes mucho en su exterior, tiñéndose el pelo, colocándose dientes postizos; pero también en su interior, dando en el clavo en la elaboración de la personalidad. "El Marginal" tiene trece capítulos y puede verse como una historia que empieza y termina, pero también deja la puerta abierta para algo que ya está confirmado, una segunda temporada. Yo ya la espero ansiosamente y no me importa si se convierte en una "historia de presos".

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