Un genio de la TV

Si bien no me gusta mucho lo que hace actualmente, Marcelo Tinelli no me deja nunca de sorprender. Y no dejo nunca de reconocer que es un genio en lo suyo. Este año la gente se queja porque es más lo que pasa antes y después de los bailes, porque los escándalos pasaron a un primer plano, y porque "ShowMatch" se ha llenado de personajes de medio pelo y desagradables. ¿Pero quiénes creen que decidieron que esto fuera así? Pues nada menos que la propia gente. Un ejemplo lo marca claramente: el día en que Ricardo Fort y la Mole Moli discutieron largo rato. Muchos dijeron que el papel de Tinelli fue patético, que pasó a un segundo plano, que lo pasaron por arriba. ¿De verdad creen eso? ¿Quién piensan que determina hasta dónde va una situación en el programa? Estaba absolutamente claro que Tinelli estaba siguiendo el minuto a minuto y que esa medición le estaba indicando que el rating estaba creciendo y creciendo. El conductor sabía que Fort y Moli no iban a ir más allá de un cruce de palabras, y dejó que eso durara todo lo que la audiencia estaba queriendo que durara. Administró los tiempos, nunca dejó de estar al mando de la situación. Es lo mismo que ha venido sucediendo con todas las situaciones extra baile que llenan hoy "ShowMatch": llámese las novias de Fort, Laurita, Coqui, Flavio Mendoza o las ocurrencias de Belén Francese (todo bien respaldado y en absoluto conocimiento de la producción, claro está). Quienes compramos eso y le damos vida somos los televidentes, y mientras Tinelli vea que eso reditúa en más rating, más avisadores y más prensa, lo seguirá sosteniendo. Porque es su negocio y está perfecto que lo defienda. Si alguien no está de acuerdo es tan sencillo como cambiar de canal, pero si todo eso sigue ocurriendo es obvio que se debe a que el zapping no es precisamente la práctica más usual cuando este comunicaddor dice "Buenas noches, América". No nos engañemos, es uno de los mejores en lo suyo, nos guste o no lo que hace. Y por eso lo respeto.