Cuidado con las palabras

Lo que escuché en un informativo uruguayo sobre la tragedia del tren en Buenos Aires es una prueba más de que los noticieros nacionales son más revistas en las que todos opinan de todo y sin filtro, que un noticiero puro y duro. Decir que entre los muertos "afortunadamente" no hay uruguayos es una barbaridad. Alegrarse o reconfortarse porque los decesos no tengan nacionalidad uruguaya me parece un disparate. Murió gente, punto. ¿Qué importa de qué lado de la frontera nació? Son seres humanos más allá de su lugar de origen que, por otro lado, no es indicador de nada. No marca si eran buenas o malas personas, si tenían hijos a su cargo, si eran hombres o mujeres valiosos para la sociedad... todos aspectos que tampoco justifican o alivian el dolor de una muerte. Se puede entender que nos toque menos si no es un compatriota, porque está claro que una noticia nos afecta más o menos, entre otras cosas, por la cercanía. Es uno de los elementos que permiten definirla como más o menos noticia para el que la recibe. Las muertes en el Lejano Oriente nos tocan mucho menos que las del tren de Once, eso está claro, pero son muertes. No podemos celebrar más unas que otras. Entonces los informativos no pueden adjetivar de esa manera, en realidad no lo pueden hacer de ninguna manera, los informativos no deben adjetivar. Deben limitarse a informar, el que adjetiva es el espectador. El que debe hacer un juicio de valor de la noticia es el que la recibe, no el que la emite, porque de eso se trata la objetividad, aunque en realidad no exista. Pero la forma de acercarse lo más posible a ella es dando la noticia desnuda de valoraciones, de opiniones, de adjetivos. Si dicen que "por suerte no murieron uruguayos", es casi lo mismo que decir "por suerte que los muertos fueron de otros países". Si se lo analiza, es realmente lamentable. Horroriza de sólo escucharlo.

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