Escala poco justa
Ser conductor de un noticiero es llegar a la cima de la escala jerárquica del periodismo noticioso en TV. Una escala bastante extraña si tenemos en cuenta que el conductor del informativo no necesita ser periodista, con que sea un buen lector de noticias alcanza. Incluso, si el noticiero tiene telepronter, es más sencillo aún. Con practicar lectura es suficiente. En la TV uruguaya hay muchos buenos lectores de noticias, lo que no significa que sean buenos informativistas o periodistas. Sin embargo, se los coloca por encima del notero o movilero, ese que sale a pelearla todos los días a la calle, debiendo por lo general saber un poco de todo, porque le puede tocar tanto una noticia política, como una de economía o de salud. Además, tiene que conocer por lo menos a los referentes de cada tema, para saber a quién acudir o qué peso tiene la persona que está entrevistando. Y ni qué hablar de que muchas veces se come largas esperas para conseguir la noticia y, en muchas oportunidades, debe volver con las manos vacías. Pero el que destaca es el que está en estudios, dándole paso (a veces, ni eso) y, en algunos casos bien conocidos, poniéndolo en ridículo o tratando de dejarlo en "off-side". Ese "off-side" en el que queda ese presentador cuando un problema técnico afecta el telepronter o la realidad altera el guión del informativo. Ahí queda en evidencia que leer las noticias no es lo mismo que manejarlas, dominarlas, saber de ellas. Lo que tampoco significa comentar toda noticia que se presente, eso tampoco lo eleva a la categoría de "conocedor del tema". Aún sabiendo todo esto, son muchos los periodistas que trabajan en noticieros que ansían llegar al cargo de presentador. Y se entiende, mientras se siga valorando más esa posición, tanto profesional como económicamente, va a ser el objetivo de muchos. Aunque haya muy poco de periodismo en una escala que claramente prioriza el envoltorio antes que el contenido.
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