Respeten horarios, respeten contenidos
Hay muchas
formas de faltarle el respeto a la audiencia de la televisión. Una de ellas es no respetar los
horarios. No me refiero simplemente a que un programa no empiece en hora, que
ya es una costumbre que de tan repetida parece que no sirviera de nada quejarse. Lo que quiero marcar es que, si para
remediar ese error tienen que hacer que el programa anterior termine
abruptamente, en medio de un diálogo, un tema o una situación, tampoco se está
arreglando nada. Se está llegando a una solución cometiendo otro error. Porque
así como una persona quiere que su programa comience en hora, la que está
viendo el anterior quiere que el suyo llegue al final concebido por sus
responsables y que no se produzca un cierre repentino. Pues bien, eso es lo que
ocurre de lunes a viernes con “Indomables”, el programa de chimentos que se exhibe
antes de “Telenoche”, y ocurría ya con “Más Viviana”. Como el noticiero de Canal
4 tiene que empezar en hora (de los pocos que deben ser "cumplidores") –o unos minutos antes para primerear a “Subrayado”-,
los programas previos terminan en medio de una entrevista, una charla o lo que
tengan en ese momento en pantalla. Una falta de respeto al que lo está mirando
y al que hace ese producto (por más que sea difícil que se entere, pero no
imposible). Y en este caso, como en
otros, arrancar unos minutitos antes de la hora fijada tampoco está bien (pasa
también con “Los vecinos en guerra”). Si alguien cree que su programa comienza a
determinada hora, no puede encender el televisor y verlo iniciado. No es
correcto. Si la TV cable –salvo algunas excepciones- ha logrado respetar
horarios, incluso combinando programa de turno con tanda publicitaria, ¿por qué
la TV abierta no puede hacerlo? Es cuestión de organizarse porque el tiempo es
un elemento muy preciado para muchos. Ténganlo en cuenta también a la hora de
mover programas de sus horarios originales. La confianza y fidelidad se ganan
con cosas tan pequeñas como éstas.
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