¿Testigo o camaleón?
Hay varias formas de hacer periodismo. Se pueden clasificar e incluso armar categorías oponiendo unas a otras. Hoy en la TV uruguaya existen dos casos que se podrían contraponer: la del periodista testigo de la realidad y la del periodista protagonista o afectado por esa realidad. "Cámara testigo" y "Camaleones" son sus exponentes. En el primer caso, si bien con el correr de las temporadas Kairo Herrera ha ido ganando protagonismo, los temas son mostrados y contados por sus protagonistas. No aparece el entrevistador y la cámara es, como indica el título del programa, testigo. Está ahí para simplemente registrar lo que ocurre, no provocarlo. En el segundo caso, Ignacio Martirené, Camila Cibils y Jorge Temponi son -sobre todo los varones- absolutos protagonistas del tema que abordan. El programa cuenta lo que les pasa a ellos como parte de la realidad que quieren mostrar. La cámara está al servicio del escenario que se arma para que los periodistas cuenten lo que les sucede o sucedería si vivieran lo que viven quienes tienen esa vida todos los días de su existencia. Personalmente prefiero el primer periodismo porque soy partidaria del periodista testigo, observador y, en lo posible sabiendo que es algo utópico, relator objetivo de lo que está viendo. La objetividad no existe, pero se puede adoptar un estilo lo más aproximado posible a la neutralidad. En contrapartida no me gusta el periodista que se pone en el centro de lo que va a analizar porque considero que la situación que se crea no es real. Ese periodista va a vivir esa circunstancia un determinado tiempo, luego se irá y seguirá con su vida. O sea, su punto de vista es el de un visitante ocasional de esa realidad, no del que la tiene que padecer -o disfrutar- todos los días de su vida. Por lo tanto, y siempre hablo en lo personal, no me aporta lo que quiero. Además de que creo que entrando en esa situación, está incidiendo en lo que quizás sería más puro mostrar desde un costado, siendo casi que invisible. Se podría hasta incluso discutir qué me puede aportar conocer el tema en cuestión según cómo lo viven esos periodistas. Pero eso ya entra en la empatía o confianza que uno tenga con ese profesional. Con este juicio de valor no estoy diciendo que un periodismo sea más válido que otro, o uno mejor que el otro, sólo estoy opinando sobre lo que la TV uruguaya me ofrece hoy para testimoniar la realidad. Y en ese sentido prefiero siempre a un testigo que a un camaleón.
Totalmente de acuerdo, una cosa es ser testigo de una situación y otra es vivirla circunstancialmente.
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