Respeto a quien invita y su audiencia
Último programa del año de "Vivila otra vez", distensión, calor, ambiente más descontracturado que otra veces. Igual, sigue siendo un programa de TV, sigue habiendo ciertas reglas, sigue exigiéndose respeto a la audiencia. ¿Por qué digo todo esto? Porque el invitado especial para cerrar el programa cantando, Gerardo Nieto, estaba vestido como si estuviera en el fondo de su casa preparando un asado. Bermudas en un look muy veraniego pero, a mi entender, poco apropiado para un programa de TV. Ni Humberto de Vargas ni María Inés Obaldía estaban vestidos de entrecasa o con esa informalidad, ¿por qué entonces el invitado tuvo que elegir ese look? No pido traje y corbata ni nada formal, pido un atuendo que respete las reglas del lugar al que fue invitado y la gente que lo está mirando. No es un "paso por ahí y canto una", se trata del invitado de lujo para cerrar el año, entonces que agradezca esa invitación que considero especial mostrando con su vestimenta que la valora tanto como sus anfitriones. Quizás Nieto la valoró y agradeció como corresponde, pero en TV, el medio de la imagen, no solo hay que serlo sino también parecerlo. Y ese sábado no lo pareció. A mí me dio la sensación de que lo hizo como un "compromiso", que no se preocupó mucho por ser un artista que cuida todos los detalles y no solo se defiende con su interpretación. Hoy en día, el profesionalismo demanda cuidar tanto el envase como el contenido. El artista es un todo y en ese todo entra adecuarse al lugar al que va porque quienes lo reciben esperan eso, no solo por ellos sino por la audiencia que cada semana los acompaña y a la que quieren darle lo mejor. En este caso era tan simple como un sport cuidado y la despedida del 2015 de "Vivila otra vez" hubiera tenido el cierre de año que merecía.
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