El paraíso de las cárceles y las prostitutas

Aunque estén bien hechas, bien escritas, bien actuadas. me están empezando a cansar las series que "endiosan" a las cárceles y a la prostitución. Parece que los hombres se hacen hombres de verdad en las primeras, y las mujeres son mujeres de verdad si practican lo segundo. Desde las lejanas "Oz" y"Tumberos", pasando por "Prison Break", hasta llegar a la más reciente "1 contra todos", o incluso "Orange is the New Black", se reitera bastante el estereotipo del hombre -o mujer- inocente que, apresado por algún error, entra a la prisión como pollito mojado pero conforme van pasando los días se va convirtiendo en el más peligroso del recinto. Eso lo hace el más respetado gracias a que ahora es un hombre que pisa fuerte y no se deja avasallar. No importa si pierde los valores (se droga más que nunca, engaña a su esposa o seres queridos, empieza a delinquir dentro de la cárcel, se torna violento). Y ni que hablar la visión romántica que muchas series presentan de las cárceles mismas, como territorios fácilmente adaptables a las necesidades de los presos y dominados completamente por ellos. Y por otro lado está la prostitución, algo así como el sacudón que toda mujer necesita para hacerse valer ante un hombre. Y ahí tenemos los ejemplos de "The Girlfriend Experience" y "El negocio", donde se eleva a la prostitución VIP a la categoría de excelente salida laboral. En breve se sumará la brasileña "Llámame Bruna", otra historia de joven que decide ser prostituta porque ganará mejor dinero y, además, controlará a los hombres que desee desde la cama. Y en esas historias, por lo general, la mujer que no es prostituta es una tonta a la que el marido engaña fácilmente y que, por supuesto, no sabe nada de sexo. Reitero, no digo que estas series no estén bien hechas, pero lo que me molesta es que repiten visiones positivas de situaciones que deberían ser negativas. Un hombre honesto no tiene por qué terminar convirtiéndose en criminal para sobrevivir y, si bien puede haber mujeres que quieran ser prostitutas, no es la regla, como tampoco es la regla que eso les signifique vivir rodeadas de lujo como se las muestra. Si al menos aparecieran más personajes que equilibraran la balanza (dentro de la propia serie), sería más sencillo aceptarlas. Si bien hoy la oferta en series es tan amplia que no se es rehén de esas historias, igual no deja de preocupar que el enfoque se reitere y termine haciéndole creer a muchos que esa es la realidad.

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