Terminó "Silencios de familia", una ficción a la que en Argentina no la acompañó mucho el rating. ¿Pero habrá sido así? Hoy en día, la posibilidad de ver TV por Internet cuando se quiere, a la hora que se quiere y de la forma que se quiere, ha corrido un poco las audiencias y, quizás, un producto que no fue muy sintonizado en TV abierta, sí logró serlo vía web. Es mi caso con "Silencios de familia", yo no vivo en Argentina, por lo tanto no fui parte de las mediciones de rating del unitario, pero lo vi religiosamente cada semana gracias al sitio web de El Trece. Y estoy segura de que debe de haber pasado con muchos no solo fuera del país vecino, sino dentro mismo. Porque no hay duda de que la ficción protagonizada por Adrián Suar, Julieta Díaz y Florencia Bertotti fue muy buena, con pasajes de excelente tanto en actuaciones como en guión y realización. Estos dos últimos rubros a cargo de los geniales Javier Daulte y Daniel Barone, respectivamente. Fresca, real, con justas dosis de humor y emoción, entretenida, conmovedora... muchos son los adjetivos que le caben a esta historia que contó las idas y venidas de los Diamante, una familia muy propia de los tiempos actuales, con integrantes propios y otros que se van agregando de distintas maneras (por lazos sanguíneos, por casamientos, por infidelidades). Quizás lo más flojo de todo fue el capítulo final, en el que dio la sensación que hubo que terminar todo de apuro y bien. Entonces se usó medio capítulo para recapitular lo ocurrido, con muchos flashbacks, y la otra mitad para armar un final feliz para todos, con varias moralejas incluidas. Rechinó un poco, pero no empañó la evaluación final de un producto valioso, bien hecho, con profesionales de fuste en todos los rubros, y una historia que supo llegar tanto al corazón como a la inteligencia del público. Al menos eso provocó en mí y me dejó con ganas de seguir "espiando" la particular vida de los Diamante.
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