Los cambios que se vienen y los que no
La última parte de 2016 nos tenía reservado un tsunami para la radio. Alguien movió una pieza y como en un castillo de naipes o una secuencia de dominó, se derrumbó una estructura por lo general bastante estática y con mínimos cambios cada año. Se sacudieron la FM, la AM y los equipos deportivos, con una serie de cambios que el tiempo dirá cuán buenos o acertados fueron. Eso le debería suceder a la TV abierta nacional, alguien debería pegar ese golpe que en el dial imprimió el gran cambio de Del Sol. Quizás así los encargados de programación de cada canal se pondrían un poco más creativos y proactivos, quizás así la oferta veraniega traería verdaderas novedades y no más de lo mismo disfrazado de "aire fresco", quizás así no solamente los noticieros serían la gran apuesta de producción nacional en horario central. La TV ya no es lo que era gracias a, entre otras cosas, el surgimiento de la TV on line que cambió la forma de ver TV. Pero en Uruguay parece que no se dan cuenta o, quizás sí, y simplemente prefieren no mover piezas ni contenidos por eso mismo, porque el público elige otra cosa. Prefieren quedarse quietos y mantener el poco público que queda frente a la pantalla clásica jugándose a lo seguro. Son políticas, respetables todas, no sé si efectivas. A veces quizás un gran cambio vale la pena, un gran salto puede ser positivo. La radio puede servir como caso a atender especialmente este 2017 y sacar conclusiones. Lo podremos ver a partir de febrero, por el momento la expectativa creada ya dice mucho de lo bueno que puede ser a veces patear el tablero.
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