Más curas como el de Campanella
En una semana como ésta y tras el final de la versión brasileña de "El hombre de tu vida" (HBO), la reflexión que se me escapa es "qué bien que le haría a la Iglesia que los curas se parecieran al que creó Juan José Campanella para su serie". Interpretado por Luis Brandoni en su original argentino y por Arthur Kohl en la adaptación brasileña, el padre Francisco invita a una visión moderna y atractiva de la religión católica sin faltarle nunca el respeto. Es el perfecto ejemplo de cómo las lecturas y enseñanzas de "La Biblia" pueden tener una interpretación contemporánea y no por ello menos fiel a lo que se ha enseñado durante siglos y siglos. Cada situación de esta comedia encontró el adecuado co-relato en las Sagradas Escrituras, permitiendo ver que están absolutamente vigentes si se las sabe adaptar a los tiempos que corren. El humor demuestra ser un buen instrumento si se lo sabe usar y en eso hay que destacar la labor de Campanella y Marcela Guerty para escribir situaciones y diálogos tan perfectos. Los de Hugo (Guillermo Francella/Augusto Madeira) con el padre Francisco son imperdibles, no solo por la gracia que causan sino porque también dejan pensando y valorando lo escrito en "La Biblia". La Iglesia debería tomar nota de productos como "El hombre de tu vida" para no seguir tan separada de sus feligreses, muchos de los cuales siguen yendo a Misa más por costumbre o rutina que por lo que reciben de esa celebración. Y no debería ser así, "La Biblia" es demasiado rica como para que no se le encuentre "el gancho" para las nuevas generaciones. "El hombre de tu vida" probó, tanto en su versión argentina como brasileña (son casi idénticas), que se puede llegar de otras formas a los fieles y, más aún, a los potenciales fieles. Si hubiera más padres Francisco como los de la ficción, no tengo dudas de que el catolicismo captaría más gente y no solo por tradición, obligación o rutina, sino por convicción, que es lo más importante.
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