Habilidades vs. lástima
En el último "MasterChef" (y perdonen si siempre escribo de lo mismo, pero es casi lo único nuevo que vale la pena de lo que la TV nacional nos ha entregado este año), se dio una situación que primero valoré de una manera, pero luego, pensándolo mejor, consideré de otra. Me refiero a la decisión de Magdalena de subir al balcón y no someter a la decisión del grupo ganador del desafío -ella, Luciana y María Gracia- quién lo haría. Magdalena era la capitana y aunque, por el tamaño de los equipos a esta altura del programa, trabajó a la par de las otras dos participantes, tenía el derecho de elegir qué hacer tras quedarse con el desafío del día (alimentar a los miembros de una tripulación de la Armada Nacional). Ella resolvió salvarse y no dejar la decisión en manos del equipo. Consultadas las otras dos sobre lo que ellas hubieran hecho, Luciana dijo que habría dejado que resolviera el grupo y María Gracia que no lo tenía claro. La decisión de Magdalena lució a primera vista muy antipática. Pero ella se encargó de justificarla diciendo que se trataba de una competencia, que para hacer beneficencia existían las ONGs o los programas de otro tipo. Y pensándolo bien, tiene razón. "MasterChef" es una competencia, todo lo que sus competidores puedan hacer por llegar al premio mayor, dentro de lo permitido por las reglas, está bien. Además, Magdalena se lo había ganado en buena ley, trabajó bien y fue capitana de la victoria. Luciana, en tanto, se mostró proclive a la decisión más demagógica, la que podría concitar más adhesiones entre el público... si se tratara de un programa para ver quién es el más bueno de la comarca, que no es el caso. Claro, lo que Luciana ya viene haciendo desde hace varios programas es lucrar con una historia de vida que es dura y merece respeto, pero que no debería pesar a la hora de elegir un ganador. "MasterChef" no es "Gran Hermano", reality en el que pesan las historias de vida, y cuanto más crueles más rinden o más contemplación ameritan. En ese caso quizás esté bien que gane el que peor la ha pasado, aunque suene duro. En cambio en "MasterChef" debe ganar el que mejor cocine, el que más talento demuestre para la gastronomía. Y bien puede ser alguien al que la vida no lo haya hecho sufrir. Magdalena fue una de las que mejor se desempeñó en esa prueba, tuvo la oportunidad de aprovechar esa situación y lo hizo. Luciana también trabajó muy bien, pero sigue insistiendo en hablar semana tras semana de lo mucho que le costó llegar hasta ahí, siempre por cuestiones que no tienen que ver con sus habilidades culinarias. Cuando el tema aparece más de una vez, ya suena a querer apelar a la lástima y eso para mí es competencia desleal. ¿O es que Magdalena tiene que tener una tragedia personal para que la consideremos en forma positiva? Magdalena usó su beneficio dentro de un concurso de cocina que premia al mejor chef; el premio a la mejor persona o al que la ha pasado peor no es asunto de este reality. Así que me parece perfecto lo que hizo, así como cada vez me parece más traicionero lo que hace Luciana.
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