Faltó algo

En el último programa de "Pizza a Carballo" del ciclo, Luis Alberto Carballo presentó una entrevista a Cacho De la Cruz. La expectativa era mucha porque se decía que Cacho iba a hablar de todo. La nota fue grabada en la casa del cómico y se emitió en tres partes. Es cierto que Cacho habló de cosas y personas que nunca antes había mencionado, como su padre o la muerte de su madre, pero no hubo ninguna declaración impactante ni que sorprendiera. Y lo entiendo. Este medio es muy chico y tanto Cacho como Carballo deben cuidar lo que hablan. Si bien el primero se prestó a contestar de todo, el segundo, que lo conoce desde hace años y es su amigo, no lo metió en problemas y está bien. Porque es sabido que en los últimos años Cacho se ha llegado a quejar en cámara de que Canal 12 no promociona sus productos y este año circuló el rumor de que el artista ya no haría más programas en Teledoce. Y esos temas no estuvieron en la charla de "Pizza a Carballo". Y se esperaban. También Cacho se cuidó de no perjudicar a Carballo, aunque insinuó algo cuando le habló de su participación en el programa local dedicado a "Gran Hermano", dando a entender que son cosas que "hay que hacer", aunque no se quiera. Carballo no le siguió el hilo y enseguida enfiló para otro tema. La entrevista resultó entonces una charla amena, entre dos amigos que se conocen bien, se respetan y saben cómo manejarse en el medio. No hubo grandes confesiones y no se habló de todo, sino que se habló de todo lo que es posible hablar, que no es lo mismo. Una prueba más de que en este país programas como "Intrusos" no son viables. Somos pocos, nos conocemos todos y si no nos necesitamos hoy, seguro que mañana sí.