Fútbol en cadena
Acepto que haber ganado la Copa América fue muy importante para el fútbol uruguayo y para un pueblo que vive y respira fútbol. Pero esto último no quiere decir que por eso, de ahora en más, vayamos a consumir todo lo que tenga que ver con la camiseta celeste. Estoy hablando de esa decisión de los canales privados de transmitir en directo los partidos de la Sub-20 en el Mundial de Colombia. Los tres, al mismo tiempo, el mismo partido. Que pasara eso con el partido de Uruguay contra Argentina o con la final contra Paraguay en la Copa América, lo entiendo: era la selección mayor, era otra la adhesión. Una adhesión que creo que no se repite ni con la Sub-20 ni con la Sub-17 (con la que también hicieron lo mismo), con lo cual esos canales se están olvidando de una porción importante de la audiencia que, no teniendo la opción del cable, queda como rehén de una fiebre futbolera que no los tiene por qué alcanzar. Imagino esas personas que en esta época del año, en que el frío muchas veces obliga a refugiarse en las casas, no tienen otra compañía que la televisión abierta o simplemente otra diversión. Que tienen ese programa que siguen siempre a determinada hora o quieren distraerse como lo hacen siempre, y ven que los tres canales -o cuatro si se suma Canal 5- están pasando el mismo partido de fútbol. Creo que los canales bien podrían haberse turnardo los partidos, con que uno sólo lo emitiera alcanzaba (sé que no para sus intereses económicos o para el envío de tanto corresponsal que si no hubiera sido por la conquista de la Copa América quizás no se daba). Pero como de todo lo negativo siempre se puede extraer algo positivo, lo que rescato de este "fútbol en cadena" es que lo que sí puede hacer el televidente, es elegir a su relator y comentarista preferido. Algo que no sucede con la selección mayor ni con el fútbol local, donde siempre se escuchan las mismas voces y encima a veces hablando más de ellos mismos que de la importante conquista que tienen que relatarnos. Para eso están, no para hablarnos de ellos y sus sueños de ayer y hoy. Eso es lo que al menos celebro del "fútbol en cadena", la libertad de elección y la apertura de opciones. Como dicen, no hay mal que por bien no venga.
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