Histórica puede ser entretenida
Dicen que el papa Alejandro VI era gordo, con un físico bien opuesto al de Jeremy Irons. Que la esposa que tenía cuando era simplemente Rodrigo Borgia no era española. Y así podrían seguir los historiadores encontrando errores históricos o detalles criticables en lo que la serie "The Borgias" (I.Sat) mostró en su primera temporada. Más allá de todos esos apuntes, que son atendibles, lo que finalmente vale en una serie de TV es el resultado y en ese aspecto "The Borgias" es magnífica de principio a fin. La recreación de época es impecable (escenarios, vestuario, peinados, maquillaje); el guión, lleno de intrigas y traiciones, es sumamente atrapante, y las actuaciones son muy sólidas, con el gran Jeremy Irons a la cabeza. Si la pretensión del producto no es atarse fielmente a la realidad, ni pretende ser tomado con una finalidad educativa, bien valen todas esas licencias que se toman si la finalidad se consigue: entretener con una serie que no tiene fisuras dentro de esa lógica señalada. Algo de eso tiene "La Redota", lo que la película uruguaya cuenta como historia principal es pura ficción (el español con la misión de matar a Artigas), por eso criticarle ese aspecto es una tontería. Claro está que cuando la cosa pasa por mezclar elementos que son propios del siglo XIX con otros que pasan más por esta época (formas de hablar, una payadora, algunas formas de pararse ante las situaciones, un Padre Nuestro adelantado a su tiempo), es que la cosa hace más ruido y molesta. Eso no ocurre nunca con "The Borgias", su coherencia me resultó absoluta, no encontré esos problemas. Podrán decir que esos personajes no hablaban en inglés, por ejemplo, pero eso tiene que ver con quién hace la serie. A lo que voy es que los peros que podrían sugir no afectan al conjunto y demuestran una vez más que cuando hay trabajo cuidado y equipo, bajo la batuta en este caso del experiente Neil Jordan, el resultado se impone. Por suerte habrá otra temporada, porque recién terminó la primera y ya me están haciendo falta el perverso Rodrigo Borgia y su familia.
Comentarios
Publicar un comentario