No causa gracia

Marcelo Irachet estaba haciendo un móvil para "Telenoche 4" desde Plaza Fabini, plaza en la que dos veces por semana un grupo de voluntarios le lleva un plato de comida a quien lo necesite. Ese día había guiso de lentejas. El movilero estaba terminando su intervención cuando de pronto Fernando Vilar, conductor del informativo, lo "desafía" a pedir un poco del guiso y decirle cómo está. Irachet, consciente de que no estaba haciendo un móvil humorístico, le contesta que él podría hacerlo perfectamente pero que creía que no le correspondía ya que no lo necesitaba y estaría sacándole algo de ese alimento a quien realmente sí lo necesita. Brillante respuesta de Irachet frente a una de las tantas -y son muchas- intervenciones de Vilar en las que se empeña en dejarlo en ridículo, esta vez nada menos que jugando con un tema que no lo permitía. El conductor del noticiero está buscando todo el tiempo dejar mal parado a su compañero, aprovechando esas salidas en vivo en las que no hay posibilidad de cortar. No sé si es por buscarle un costado gracioso al informativo o simplemente por molestar a Irachet, pero es una actitud que irrita bastante. Y más en casos como éste, en el que lo está empujando a quedar antipático o desubicado con los protagonistas de la realidad que está cubriendo. Por suerte, Irachet tiene suficientes años de trabajo y buena cintura para salir de esas zancadillas. Igual, lo saludable sería que alguien le dijera a Vilar que el espectador no es tonto y que su actitud causa enojo, por lo que mejor que la deje de lado definitivamente. Una vez puede ser gracioso, todo el tiempo es irritante y, además, Irachet no lo merece.