Sí pero no

La maratón gay de Marcelo Tinelli y las declaraciones de la nueva rectora de la UM sobre los homosexuales ha dado para todo en los medios uruguayos. Y en lo que casi todos coincidieron es en esa esquizofrenia bien  uruguaya de decir una cosa y al segundo hacer algo que la contradice totalmente. Es decir, rasgarse las vestiduras en la defensa de los homosexuales y enseguida lanzar un chiste bien homofóbico. Pasó por ejemplo, en "Sé lo que viste", luego de un informe sobre "ShowMatch" y la fiesta de Charlotte Caniggia. Lo primero que dice Carmen Morán es que a la comunidad gay no le debe de haber gustado mucho la forma cómo se mostró a los gays en el programa de Tinelli. Inmediatamente viene el chiste de Alvaro Navia que le pregunta "¿lo decís por mí?". El "noooooooooo" de Morán como disculpándose por si lo había tratado de homosexual, como si eso fuera un insulto, echó por tierra cualquier argumento posterior y de nada sirvió que dijera que tiene "muchos amigos gays". Su reacción se leyó como "qué horrible ser homosexual, yo nunca lo diría de vos". Apenas un ejemplo de los tantos que se dieron esta semana de los que defendían esa opción (o mejor dicho realidad, porque no se elige) y que enseguida acompañaban su postura de un chiste en que se ridiculizaba a los homosexuales. Creo que se puede opinar y bromear con la realidad, hay espacio para todo. El tema es definir si se está hablando en serio o se está buscando una excusa para hacer humor. Si se unen las dos cosas no queda muy claro qué es lo que realmente se piensa. Por eso decía Freud que los chistes son maneras camufladas de decir lo que realmente pensamos cuando eso no es políticamente correcto. En estos días fueron varios los que con un chiste borraron argumentos previos de los que parecían -o nos hacían ver- bastante convencidos.  

Comentarios

Entradas populares