Mujeres poco reales

Vi el primer capítulo de “Devious Maids” (Sony, jueves, 21 horas) y no pude más que preguntarme cómo alguien puede enojarse –como pasó- con una serie hecha tan poco en serio. Quizás porque pretende ser en serio. Nada es creíble en la historia, empezando por las bellas latinas elegidas para interpretar a las integrantes del servicio doméstico que protagonizan la trama. Sabido es que las latinas que realizan ese trabajo en Estados Unidos no tienen precisamente ese look de Miss Universo, aunque trabajen en Beverly Hills. No dudo que muchas de ellas sean chicas muy bonitas, pero de ahí a lucir ese maquillaje, esa piel y esa figura hay una larga distancia. Siguiendo por la ropa que utilizan para hacer la limpieza. Quizás los autores creyeron que ponerles un uniforme era discriminatorio, pero vestirlas con blusas y pantalones muy coloridos y a la moda tampoco es realista. Están más para tomar el té de la tarde sentadas en la impresionante cocina de su patrona que para limpiarla. Y ni que hablar las enormes y elegantes plataformas que calzan. Imposible limpiar una casa trepadas a ellas. Pero las latinas no son las únicas que aparecen retratas siguiendo  estereotipos poco creíbles, sus empleadoras también están cortadas con la misma tijera: la de la rica tonta, incapaz de hacer absolutamente nada productivo en su hogar y en la vida, y dependiendo siempre del dinero de su marido. Si las latinas son las sufridas y perseguidas heroínas, las americanas son las superficiales villanas. Más cuadrado imposible. ¡Ah! Y los hombres son esos tontos que caen rendidos ante cualquier par de piernas o escote tentador, sea latino o anglosajón. No distinguen porque lo suyo es siempre el mismo objetivo: el sexo. Me cuesta creer que Eva Longoria (productora) considere que con esto le hace un favor a las latinas y menos que menos que le hace un favor a las mujeres en general. Son las protagonistas de su serie, sin duda; pero a cual más patética o alejada de la realidad cotidiana. Si la historia es para pasar el rato sin pretender escarbar más, funciona. Pero la polémica que la precedió indica que apunta a otra cosa. Y realmente no veo que vaya por el camino indicado para conseguirla. Esto recién empieza, quizás me equivoque.  Por las dudas ya está instalado el anzuelo de una muerte misteriosa desde el vamos, si en “Desperate housewives” funcionó…