No destruyan "Avenida Brasil"

Hay muchas ventajas que la TV cable tiene sobre la TV abierta. Una de ellas es el tema de las tandas. O no las tienen o, si las tienen, respetan a rajatabla los minutos destinados a ella, no se pasan. Lo dicho viene a cuento de lo que está haciendo Teledoce con "Avenida Brasil". Empecé a ver la telenovela brasileña, pero ya al segundo día no empezó en hora, y luego comenzó a incluir tandas interminables que hacen que se extienda hasta altas horas de la noche. Aunque lo peor es que son muchos minutos de tanda entre un bloque y otro, a veces tan largos como el artístico (es decir, la novela). Eso cansa, enoja y, en mi caso, me ha hecho abandonar a poco de empezar, aun escuchando muy buenas críticas sobre su contenido. Ya me parece un despropósito que una telenovela que en su país de origen se emite de lunes a viernes aquí se condense en dos días de la semana, con cortes que quién sabe quién hace y con qué criterio los realiza. Encima la llenan de avisos que, a ciertas horas se tornan insoportables y duermen a cualquiera. Sin olvidar eso de que son las 22:30, todavía se está emitiendo el programa anterior y aparece una promo que dice "Avenida Brasil, hoy, a las 22:15". ¡Y son las 22:30! Más respeto, por favor. Desmotivan a cualquiera, más en épocas como ésta en que uno va a Internet y encuentra todo, o casi todo. Y después hay que escuchar que digan que determinados programas no les funcionan, como si la culpa fuera del producto y no de la forma cómo lo administran. La telenovela brasileña tuvo una época de oro en Uruguay en horario central, cuando era "su gran novela de martes y jueves". Claro, no había cable, el público se aguantaba las tandas. No había otra. Luego pasó a ocupar otro horario porque la televisión argentina empezó a dominar, con ficciones, realities y Marcelo Tinelli. Pero se mantuvo viva en la tarde, dominando cada vez más el horario de las 19 horas. Eso hizo que volviera al horario central o al preferencial de la noche. Tiene todo para reinar allí, pero si Teledoce sigue tratándola como la está tratando, está destinada a fracasar. No es justo para el producto, y no es justo para un público ávido de ver este tipo de producciones y que no tiene la posibilidad de recurrir al cable o a Internet. Más respeto de los horarios, menos tanda y cortes acordes a la historia, y todos contentos. No es tan difícil.

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