Cuando solo importa una buena cola

Aún sabiendo de qué se trata "ShowMatch" y qué busca para llenar sus distintos espacios, realmente choca bastante ver los castings que están haciendo para terminar de definir los integrantes de su temporada 2015. "Este es el show" pasa partes de los castings de bailarines para "Bailando por un sueño" y de los castings para las bailarinas que aparecen detrás de Marcelo Tinelli. Escuchar las devoluciones del jurado da cierta pena, por más que no se pueda esperar otra cosa conociendo la naturaleza del programa. Ver como por ejemplo le dicen a una bailarina que le jugó en contra que haya ido de short porque "no te pudimos ver la cola" o que le digan a varias chicas que deberían buscar algo que las identificara ya que una de las chicas de su grupo era negra y eso ya la hacía diferente. O sea, para ser claros, la chica era fácilmente identificable porque era negra, entonces las otras tenían que haber tratado de incorporar algo a su look para que se las distinguiera también. Es decir, ser negra era como un buen accesorio. No es nuevo que el programa de Marcelo Tinelli busca conquistar al público no solo por las habilidades de su staff, sino también y fundamentalmente por sus características físicas. Y, en el caso del "Bailando", obviamente que un perfil escandaloso ayuda y mucho. Lo sé, acepto que esas son las reglas del juego, pero aún así preferiría no ver los hilos de la marioneta. Preferiría ver el "producto" elegido en acción y no asistir a su proceso de selección. Nadie obliga a esas chicas a someterse a ese trámite en las que se las trata más como mercadería que como personas. Son mayores de edad y saben lo que hacen. Y yo tengo un control remoto con el que puedo cambiar de canal. Sé todas esas cosas, pero aún así me enoja que en pleno siglo XXI sigan dándose instancias en la que los seres humanos son juzgados por sus atributos físicos -certámenes de belleza incluidos- y encima eso se difunde por un medio tan popular como la TV. Aunque todo sea válido y esté permitido, no me acostumbro y, al menos, preferiría que no se lo tomara con tanta naturalidad.