Puglia equivoca el camino
Es muy raro lo de Sergio Puglia en "MasterChef". Por un lado quiere ser un juez severo, exigente, justo. Y por otro se muestra vulnerable, llora por cualquier cosa y termina premiando a los participantes por cosas que nada tienen que ver con el certamen. En la selección de los competidores para la segunda temporada, sus motivos para elegir a algunos participantes pasaban por la situación complicada del país de uno (la venezolana) o porque otro usó un ingrediente que le hacía acordar a su infancia o una tercera es una maestra que es ejemplo para sus alumnos.Lo que cocinaba parecía importar poco. ¿Y los demás? ¿Los que sí cocinaron y nada más? ¿Los que no tienen una historia trágica detrás (y no tienen por qué tenerla, el programa no se trata de eso)? Me parece mal que esas cosas pesen y que incidan en la tercera parte del jurado. Me gusta el programa, me parece bueno que lo que se valore sea la habilidad de cocineros amateurs en la cocina. Y, si bien es cierto que somos producto de nuestro contexto o lo que nos rodea sirve para moldearnos, considero que acá no debería ser dato importante para elegir a un participante por encima de otro. Además, Puglia usa esa unidad de medida con algunos, no con todos, por lo que es más injusto aún lo que hace. Lucía Soria y Laurent Lainé son más lógicos, equilibrados y coherentes. Se podrá estar de acuerdo con ellos o no, pero se rigen siempre por lo mismo y tratan de dejar sus emociones de lado... o por lo menos no las convierten en el eje de todo. Me gustaría que Puglia hiciera lo mismo por el bien del programa y sus participantes.
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