Buen tercer round de "Narcos"
Sin la figura magnética de Pablo Escobar encarnado por otro magnético, el actor brasileño Wagner Moura, Netflix lanzó la tercera temporada de "Narcos". Esta vez el centro es el Cartel de Cali, donde el liderazgo se reparte entre cuatro, por lo que en la serie hay cuatro personajes de peso a los que seguir: Gilberto Rodríguez Orejuela (Damián Alcázar), Miguel Rodríguez Orejuela (Francisco Denis), Pacho Herrera (Alberto Ammann) y Chepe Santacruz Londono (Pepe Rapazote). Pero, como ya pasaba en las dos temporadas anteriores, también está el contrapeso que conforman "los buenos", o sea, los agentes estadounidenses que van tras los narcotraficantes. En este grupo regresa el agente de la DEA, Javier Peña (Pedro Pascal), con nuevos colegas para la persecución que sigue comandando en Colombia. La tercera temporada mantiene el atractivo e interés de sus predecesoras. La cosa está más repartida por haber más personajes en un mismo nivel de importancia, pero eso no vuelve al relato más confuso ni lo saca de foco. Se fija un norte, lo sigue y llega a buen puerto dejando, claro está, la ventana abierta para nuevas temporadas. Porque sabido es que el narcotráfico no ha sido derrotado y está lejos de serlo, y esta serie, si bien no es un calco de la realidad, se apoya en muchas cosas que han pasado efectivamente. Cuánto de fiel es a esos hechos, solo lo sabrán sus protagonistas. Pero para el caso no importa porque "Narcos" no es un documental, es una ficción y como tal está autorizada a tomarse libertades para cumplir con el fin de entretener o de conseguir un guión atractivo. Hay imágenes de archivo reales, las justas. Es televisión que apunta al entretenimiento y lo consigue. Cada capítulo se sigue con atención, no hay cabos sueltos, todo tiene un porqué. Además, las actuaciones son buenas, aunque hay espectadores que se han quejado de los acentos porque hay españoles haciendo de colombianos (Alberto Ammann, Javier Cámara) y quizás no consigan convencer en ese aspecto, en todo lo otro lo hacen. "Narcos" fue una serie a la que me resistí hasta último momento, no quería otra historia sobre drogas o sobre Pablo Escobar. Pero cuando la empecé a ver me atrapó y entré en esa "droga Netflix" que es no poder parar de ver un capítulo tras otro. La tercera temporada mantiene esa adicción, claro que con una modalidad nueva de cartel, cosa que cambiará al pasar a la cuarta, porque el cartel a seguir será otro. Si mantiene este nivel, me tendrá allí de nuevo como espectadora.
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