Siempre el mismo personaje

Empecé a ver "Las Estrellas" unos días antes de que empezara en Teledoce y realmente es lo que imaginé: otra muy buena producción de Pol-ka. Y eso incluye elenco, guiones, dirección y puesta en escena. Pero no me quiero ocupar de la tira en esta oportunidad, sino de uno de sus intérpretes, que es el prototipo de un tipo de actor: el que siempre hace el mismo personaje. Esteban Lamothe es el típico actor que rinde siempre, actúa muy bien, pero siempre hace el mismo personaje. Y no lo digo porque esté mal ni en tono de crítica negativa, sino como una constatación de algo que vengo pensando hace tiempo y de lo que hay varios ejemplos. Daniel Hendler es uno. Desde "25 Watts" que, con matices, viene haciendo siempre el mismo personaje. Incluso en películas tan oscuras como la más reciente que realizó, "El otro hermano". Y siempre rinde, gusta, está a la altura de lo que se está contando. Siguiendo con "Las Estrellas", Tacho Riera es otro que anda por esa línea, se reitera en el papel del chico ingenuo pero de buen corazón. No ocurre lo mismo con el elenco femenino de la tira, quizás la excepción sea Violeta Urtizberea, por lo general le tocan personajes bastante parecidos. La chica torpe, ingenua, buena. En definitiva, están los actores que componen y se pierden detrás de cada personaje, y los actores que imponen su estilo al personaje, lo hacen ser como ellos. Porque uno imagina que Lamothe, Hendler, Riera y Urtizberea son así, como sus criaturas. O al menos tienen demasiadas cosas de ellas. En cualquiera de los casos, se trata de muy buenos actores y eso opaca todo lo demás que se pueda decir. El resultado está por encima del estilo, no hace que moleste que se esté siempre frente al mismo personaje. Incluso hay situaciones en que puede salvar una historia que no es buena. No es el caso de "Las Estrellas", donde todo parece encajar de mil maravillas, sea con personajes ya vistos o sea con personajes con los que uno siente que se topa por primera vez. Así que para mí Lamothe puede seguir siendo Lamothe -o el personaje que inventó una vez y repite- que a mí no me molesta en lo más mínimo. Lo aplaudo y disfruto porque contribuye al producto. Con eso alcanza.  

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